viernes, 27 de junio de 2014

Diez consejos para tener una deuda sana

123RF

Aunque a veces las deudas son inevitables, hay que tener mucho cuidado para no perder el control de ellas.

Haga un presupuesto

Antes de pedir un crédito, organice sus finanzas para saber cuánto dinero entra mes a mes a su hogar (ingresos) y cuánto sale (egresos). Si sus ingresos son menores que sus gastos, identifique qué pagos puede reducir. Y si sus ingresos son mayores que sus gastos, trácese un plan de ahorro con metas específicas a cumplir.

Evite la deuda mala

Hay cosas que no vale la pena adquirir con créditos. No se endeude para comprar artículos no durables, que después de consumidos solo le dejarán deudas (por ejemplo, una comida o una salida a bailar). Tampoco pague a plazos un bien cuyos ingresos obtenidos sean mucho menores que el costo de la deuda.

Use el crédito a su favor

Es bueno pedir dinero prestado para adquirir bienes, como una casa, o realizar proyectos de difícilmente podría pagar de contado. Antes de endeudarse es clave tener la seguridad que podrá cumplir con el pago de sus obligaciones a tiempo. Considere siempre que pueden presentarse imprevistos que afecten sus ingresos.

Conozca su capacidad de pago

El valor del crédito al que puede acceder depende directamente de su capacidad de endeudamiento. Verifique que sus ingresos sean suficientes para pagar la cantidad que gasta en el mes, cumplir su meta de ahorro y pagar la cuota de su crédito. Es recomendable que el porcentaje del pago que Usted haga cada mes por sus créditos no supere el 40 % de sus ingresos fijos mensuales.

Pida dinero solamente por la cantidad que necesite


No solicite ni más ni menos dinero del que realmente necesita. Si el monto pedido no es suficiente puede que no alcance a realizar su proyecto, por el contrario, pedir dinero en exceso puede dificultarle más adelante el pago de alguna cuota.

Vea las opciones que tiene y compare


Conozca las opciones que ofrecen las distintas entidades financieras y escoja la alternativa que mejor se adapte a sus necesidades. Pregunte cuál será la tasa de interés de su crédito, cuánto será el valor de su cuota mensual, cuánto tiempo durará pagando su deuda y cuáles son los recargos por retraso en el pago. Es importante que conozca el valor de todos los costos asociados a su crédito.

Lea los contratos


Cuando se haya decidido por una opción, lea el contrato y sus anexos detenidamente antes de firmar. Si tiene dudas, no le dé miedo hacer preguntas, especialmente aquellas relacionadas con los compromisos que asumirá. Una vez haya firmado, todas las obligaciones que están en los contratos y anexos deben cumplirse.

Pague puntualmente


Obtener un crédito es fácil, pero pagar el dinero que adquirió prestado es mucho más difícil. No pagar el valor total de la cuota de sus deudas a tiempo implica incurrir en intereses de mora y recargos y dejar de hacerlo, puede significar consecuencias nefastas para su futuro financiero, como procesos judiciales, embargos y un historial crediticio negativo.

Lleve el control de sus pagos


Guarde los recibos de pagos de sus cuotas para poder tener un soporte en caso de que se presente algún problema con el registro de su pago. Los recibos también le permitirán llevar el control de sus deudas y saber cuánto dinero debe, cuánto deberá pagar el próximo mes y cuánto le falta para cancelar sus obligaciones.

Tenga cuidado con las señales de alerta

Si aparecen signos que indican que tienen problemas manejando sus deudas acérquese a su entidad financiera y propóngale la posibilidad de renegociar su deuda y fijar un plan de pagos realista. 

martes, 24 de junio de 2014

Seis razones por las que nunca llegará a ser millonario




¿Su sueño es llegar a ser millonario, y ha tratado - a su forma - de llegar a serlo, pero de alguna manera no puede? Bueno, quizá está haciendo todo lo contrario, y está alejándose de su meta. Descubra si es así.


Aunque todo el mundo parece estar interesado en convertirse en un millonario, la mayoría de la gente tiene comportamientos que llevan a cómo no serlo. Un estudio revela qué hacen mal, aquellos que quieren ser millonarios y nunca lo logran.


Aquí hay seis claves que la gente hace para no acumular riqueza:

1. No sacarle todo el partido a los instrumentos financieros basados en las computadoras. Internet proporciona un montón de herramientas útiles para hacer una planificación financiera personal, y cuyo uso ayuda a tomar decisiones más sabias y desarrollar poderosos conocimientos de la construcción de riqueza, escribe el portal Dummies. Un poco de dinero extra aquí, un poco allí, y muy pronto uno puede ahorrar casi toda la cantidad necesaria para una jubilación confortable.

2. Rendirse, porque de todos modos es tarde para empezar. Otra trampa común que impide a las personas ahorrar mucho dinero es darse por vencido pensando que es demasiado tarde para empezar. No importa cuál sea la edad: si uno toma buenas decisiones, todavía puede crear riqueza sustancial para el momento en que deje de trabajar. Además, con la edad uno posee más sabiduría y más experiencia, necesarias para tomar un mayor número de buenas decisiones y producir así riqueza.

3. Enredarse en al menos un esquema para "hacerse rico rápidamente". Los sistemas para hacerse rico no funcionan, salvo para la persona que vende este sistema. Y, en efecto, vacían la energía y el dinero que uno realmente necesita para construir sus inversiones.

4. Fingir una falsa opulencia. Cuando la gente gasta todo su dinero tratando de parecer rica, no le queda nada para ahorrar e invertir. Con lo cual, la mayoría de la gente tiene que decidir de una vez por todas si quiere ser rica o parecer rica.

5. Ceder en la primera gran tentación de construcción de riqueza. Cuando uno encuentra algo de dinero extra, necesita tener la disciplina para ahorrar e invertir estos fondos. Al empezar a hacerlo, amasará rápidamente miles de dólares.

6. Ceder en la segunda gran tentación de construcción de riqueza. Después de acumular un extra en su cartera, hace falta tener el compromiso necesario para hacerlos crecer. Sin embargo, mucha gente que acumula algo de dinero decide que ya es hora de abandonar la estrategia que le ha funcionado una vez de maravilla, y gastarlo.

sábado, 21 de junio de 2014

Generación ‘Y’, los nuevos directivos empresariales





Según Hays, entre el 58% y el 63% de los empleados en Colombia pertenece a la generación ‘Y’.
Foto: Archivo Portafolioco
Como líderes innatos, muchos de estos ejecutivos ya ocupan cargos directivos en empresas. Sin embargo, su visión es distinta. ¿Cómo adaptarse y sacar el mejor provecho de sus características?

Cuando la sabiduría popular dice que “cada quien tiene su propia forma de matar moscas”, no puede estar más en lo cierto, especialmente si se trata de generaciones diferentes que interactúan en un ambiente laboral. Y es que, aunque las empresas son las mismas, cada grupo implanta sus propios modelos a la hora de gerenciar.

De acuerdo con las proyecciones del Dane, más del 24 por ciento de los colombianos tiene entre 20 y 37 años, por lo que, se infiere, que muchos mandos medios del país ya son ocupados por personas de la generación ‘Y’ (nacidos entre 1977 y 1994), lo que, dadas sus marcadas diferencias con sus antecesores, implica tanto un potencial como un reto para las compañías.

Según Silvana Vergel, senior manager de Hays Colombia, una de las características de este grupo es su alto nivel de preparación profesional, pues muchas de estas personas han tenido la oportunidad de estudiar posgrados y formarse en el exterior. Además, comúnmente dominan al menos una segunda lengua.

En cuanto a su liderazgo, resalta que es innato, dinámico y autónomo, ya que confían en la solidez de sus conocimientos. “Les enseñan a las personas que vienen detrás de ellos, pero lo hacen de manera distinta porque no entregan la información en la mano sino que hacen acompañamiento y consultoría”, señaló Vergel, y agregó que estas características contribuyen a la creación de ambientes de trabajo más creativos e innovadores.

La flexibilidad también es una de sus fortalezas, característica que les permite adaptarse fácilmente a los cambios y asumir grandes retos.

Además, como crecieron con la tecnología, la manejan con naturalidad, son buenos buscando información y rápidos a la hora de realizar tareas. “Están en capacidad de hacer varias cosas al mismo tiempo y piensan en nuevas formar de hacer su trabajo. Sin embargo, el despliegue de todo su potencial solo se da si encuentran retos constantes”, subraya Jorge Hernández, socio líder de Consultoría en Deloitte.

RETOS PARA LAS COMPAÑÍAS

Aunque las personas de la generación ‘Y’ son valiosas para fortalecer a las organizaciones en un ambiente cada vez más competido, no todo con ellas es sencillo.

De acuerdo con Álvaro Bonilla, profesor de Psicología de la Universidad de La Sabana, “al no ser muy leales ni comprometidos, las organizaciones no encuentran en ellos eso de ‘ponerse la camiseta’. Pueden ser bastante individualistas y orientados al placer, por lo que los grandes sacrificios de la generación ‘X’ no van con ellos”.

Por esta razón, y como la tecnología los acostumbró a la inmediatez, suelen cambiar de trabajo rápidamente cuando sienten que no avanzan con la velocidad que desean.

Otro de sus puntos potencialmente problemáticos es que su propia seguridad los hace cuestionar frecuentemente a la autoridad, representada en sus jefes y la estructura de la organización para la que trabajan.

Sin embargo, los expertos en la materia señalan que estos rasgos son altamente manejables con estrategias como, por ejemplo, la creación de planes de desarrollo profesional dentro de la empresa que generen desafíos para la generación ‘Y’, una estrategia que puede incrementar su nivel de fidelidad, pues los mantiene en movimiento constante.

Sumado a esto, la vocera de Hays indica que los planes de capacitación tienen gran nivel de relevancia para la generación ‘Y’, por lo que una empresa que los provea va en camino a percibirse como buena empleadora.

De hecho, un estudio realizado por la cazatalentos encontró que en el 53 por ciento de los casos, este es un punto crítico a la hora de elegir un empleador.

Por su parte, el liderazgo es también fundamental. “Necesitan líderes que generen respeto por su conocimiento y experiencia, que promuevan un balance de vida adecuado, que reconozcan los esfuerzos individuales y que den y reciban retroalimentación. El no encontrarlos puede generar conflictos internos que impactan su permanencia en la firma”, finalizó el ejecutivo de Deloitte.

jueves, 12 de junio de 2014

Para que las deudas no sean un dolor de cabeza


De la manera como maneje sus deudas dependerá en gran medida su salud financiera futura. No se deje llevar por los impulsos de consumo y asuma las deudas responsablemente.

El manejo adecuado de los créditos se relaciona principalmente con la capacidad de pagar a tiempo cada uno de los compromisos con los que existe alguna obligación. De esta manera, lo ideal es determinar hasta qué monto de deuda se puede asumir con los ingresos que se gozan en el momento.

Los créditos permiten acceder de manera inmediata a bienes o servicios. Esto es bueno pero genera una sensación de confianza induciendo en algunos casos a olvidar que todo lo consumido hoy debe pagarse en el futuro.

Cuando las cuotas del carro, las de vivienda y las tarjetas de crédito se juntan y cuando empieza a percatarse que lo que gana no alcanza para cubrir las obligaciones y los demás gastos, es mejor revisar el manejo de las cuentas personales.

Utilice bien los créditos

-   Antes de acceder a un crédito es importante tener claro de dónde van a salir los recursos con los que se van a pagar las cuotas. De ahí la importancia de tener armado un presupuesto, ahí puede identificar claramente aspectos como ahorro, pagos de otras cuotas, gastos en servicios, en alimentación y otros rubros familiares. Si el ingreso menos la sumatoria de gastos y pagos deja un excedente, este va a ser un estimado de la capacidad de endeudamiento adicional que tiene.

-   Tenga en cuenta los intereses del crédito que quiere obtener. Hay que considerar que los intereses dependen del plazo, del riesgo asociado y del tipo de crédito. Por ejemplo, cuando son créditos con destinación especifica y de largo plazo, como el hipotecario, las tasas tienden a ser más bajas. Por el contrario, los créditos de consumo o las tarjetas de crédito se les asigna tasas de interés considerablemente más altas.

-   Evalúe la necesidad de los bienes y servicios que está dispuesto a conseguir por intermedio de un crédito. Siempre antes de aventurarse a comprar algo que desea es bueno que se pregunte cuál es el motivo de esa compra y si de alguna manera puede ser aplazada por un tiempo mientras obtiene los recursos a través del ahorro. En la mayoría de casos, las compras no planificadas son las que generan cuotas no esperadas.

-   Espere a terminar de pagar una cosa para tomar la decisión de comprar otra. Cuando el uso de los créditos es destinado para consumo es preferible que finalice con el pago de una deuda para meterse en otra. De esta manera, el monto que tiene previsto para pago de estas deudas se pueden seguir destinando al pago de una obligación futura y al mismo tiempo no afecta su capacidad de endeudamiento.

-   Consolide sus deudas. En algunos casos es agobiante tener que ir a diferentes bancos a pagar créditos y acordarse de fechas diferentes de pago. Por lo tanto, si es posible unificar deudas y concentrar los créditos en un solo acreedor puede lograr ventajas en tasas y en costos. Existe la posibilidad de vender su cartera a uno de sus acreedores o entregarla a uno nuevo que esté dispuesto a comprarla a una mejor tasa.

-   Refinancie sus deudas evite entrar en mora. Si por alguna razón las cuotas mensuales de sus créditos están absorbiendo todos sus ingresos mensuales es mejor que se acerque adonde sus acreedores y solicitarles una refinanciación.

Ellos seguramente le darán más plazo para pagar el crédito, permitiendo que las cuotas mensuales se reduzcan. Es claro que el aumento del plazo, trae un mayor pago de intereses, así que evalúe qué es preferible: conservar su buen comportamiento financiero mientras pasa la mala racha o dejar de pagar sus obligaciones y dañar su historial crediticio y quedar sin acceso a los créditos.

Entonces recuerde, siempre es conveniente estar al día con los créditos y si por alguna razón no es posible atender a tiempo las cuotas convenidas es preferible acercarse a la entidad que le prestó el dinero para acordar soluciones manejables que permitan evitar el incumplimiento.

El buen manejo de los créditos va a generar confianza en las entidades bancarias. Un buen historial crediticio siempre va a permitir el acceso a nuevos préstamos.

viernes, 6 de junio de 2014

¡Cuidado con hipotecar su futuro!


¿Usted cree que vale la pena endeudarse? Hay un famoso adagio que dice que “El que nada debe, nada tiene”.


Hoy es difícil ocultar que la mayoría de los hogares colombianos de altos, medios y bajos recursos, con tal de darse unos gusticos, acuden a solicitar préstamos. Dependiendo de la capacidad de pago de cada persona, deciden acudir a, préstamos bancarios, tarjetas de crédito, o créditos informales, con el fin de conseguir lo que para ellos es como estar en el paraíso, o vivir mejor, y en el peor de los casos, para sobrevivir.

Seguramente hay días en que usted se siente metido en un remolino sin fin. Finanzas Personales.com.co le cuenta algunos trucos para aliviarlo en sus apuros:

Diferencie las ‘deudas buenas’ de las ‘deudas malas’. Un ejemplo de las primeras es cuando usted se endeuda para algo que termina produciendo un buen ingreso o expandiendo un negocio. En cambio la mala es la que pone bajo fianza su futuro y elimina su tranquilidad; es aquella que le hace pagar algo más de lo que hoy recibe vía valorización o rentabilidad.

Usted debe prescindir de ésta porque pone en riesgo su futuro. Evite situaciones que se le salen de las manos y ya no puede controlar, y no se engañe pensando que solo por hoy va a comprar y a endeudarse. Esas son las obligaciones que le cuestan más de lo que gana; hablando en “plata blanca”, cuando sus egresos son mayores que sus ingresos.

Se recomienda entonces reconocer la necesidad que tiene antes de endeudarse. Es necesario que una deuda cumpla con la condición de que su costo sea menor al ingreso que va a obtener por invertir el dinero.

Esta situación se evidencia por ejemplo con dos casos muy comunes en Colombia, en donde todos sueñan con tener carro y techo. Así, las familias piden créditos a largo plazo para comprar un vehículo o para adquirir finca raíz.

Otra buena opción que representa una deuda compensada, es utilizar el dinero que solicitó en un préstamo para invertir en un negocio; pero no cualquier negocio, sino aquel que ofrezca unos ingresos superiores al costo de la deuda. Es recomendable endeudarse para invertir y poner el dinero a producir, esto es, que se incrementen las ganancias y el préstamo se pague sin afanes.

Adicionalmente, existen otras formas que facilitan la adquisición y el consumo de bienes que le permiten soñar, pero hacerlo a veces cuesta caro. El “dinero plástico” o tarjetas de crédito aparecen como la solución mágica para satisfacer los antojos.

Tener una o dos tarjetas de crédito, pagar a una o pocas cuotas para disminuir los intereses, sumar para ganar millas y poder viajar al exterior.

Y es que los colombianos que son buenos conocedores y ejecutores de la ‘ley del rebusque’, también buscan y encuentran alguna forma para endeudarse, cuando no tienen acceso a los créditos bancarios, por su falta de capacidad de pago.

¿Y cómo opera esta otra varita mágica que no dudan en utilizar? A través de las compraventas, tiendas de barrios, los amigos y familiares, y hasta acudiendo a las casas de empeño y a los préstamos “gota a gota”, cuya modalidad opera cuando las personas que prestan dinero, como contraprestación deben pagar a diario una cuota; ¡Y esto sí que es una tortura!, tanto como la gota que se escapa sin compasión del grifo del lavaplatos y no la podemos eliminar.

Estas fuentes de financiación informales aparentemente sanas, hoy representan para los colombianos el tener que sacar de sus bolsillos $854.635 mensuales, para poder cumplir con el pago de sus pasivos. Por eso, no se engrampe y córrale a los prestamistas ´gota a gota’, pues, como dicen, en menos de lo que canta un gallo, usted puede poner en riesgo todo su negocio si no sabe manejar sus créditos.

FP le trae a colación un caso real reportado por Bancoomeva. Una pareja de casados, para montar una frutería, prefirió acudir a prestamistas ‘gota a gota’, y no solo a uno sino a cinco, porque se vieron envueltos en débitos que necesitaban tapar con más deudas. La triste historia cuenta que estos enamorados solicitaron $500.000 y debían devolver $600.000; de tal forma que cada día iban a pagar $60.000. Esto representa al final una tasa de interés del 70,78% anual, un alto riesgo, un negocio en quiebra y un caos financiero, al no poder controlar su endeudamiento.

Según el mismo informe de Estabilidad Financiera del Banco de la República de Marzo de 2014, se endeudan más las personas de bajos recursos, pues su carga financiera representa el 28,5% del total de sus ingresos. En cambio, los que tienen mayores ingresos tienen una carga del 21,5%. Esto pone en el tapete el debate y demuestra el abismo que existe en Colombia entre las clases sociales (estratos), la concentración de riqueza y el incremento del endeudamiento de la población.

Por todo esto, FP le recomienda algo fundamental al momento de endeudarse: debe asegurarse de que por cada deuda que usted adquiera, debe contar con ingresos que la respalden. Si por ejemplo usted lleva sobre su espalda 3 deudas diferentes, para cubrir la compra de un carro, una vivienda y educación, así mismo debe tener tres fuentes de ingresos diferentes que la respalden, como dividendos, rentas y salario. Eso sí, trate de que por cada egreso pasivo que usted adquiera, tenga un ingreso activo (salario, honorarios) o pasivo (dividendos), para compensar.

Pero otros piensan diferente. Según el experto economista colombiano, Juan Diego Gómez, es óptimo endeudarse para poder crecer y prosperar, pero todo depende de qué se hace con la plata que le presten vía deuda. Para él, tener casa y carro representa riqueza; utilizar tarjetas de crédito, da facilidad para salir de compras en cualquier momento; y vivir con la plata de otros, puede ser una solución, pero siempre, “tállese para que no tenga que endeudarse tanto”.

Sin embargo, la realidad es que aquellos que deben más de lo que tienen, agotan su patrimonio, cada vez que reciben su salario ya lo tienen comprometido y se convierten en empleados de las entidades financieras, esclavos de sus obligaciones y no pocas veces en seres frustrados, porque no tienen nada propio.

Por eso, antes de meterse en esa ‘vaca-loca’, piense si vale la pena hipotecar su futuro y hasta su buen nombre y su familia.