martes, 15 de abril de 2014

¿Qué es un TES?

Un TES es un título de deuda del Gobierno colombiano, en tal sentido es una deuda que
genera el estado colombiano para con el poseedor de dichos títulos. A pesar de lo que
muchos piensan un TES tiene una denominación especial: no es en sentido estricto un
bono aunque funcione de la misma forma, es un título de deuda pública y no es correcto
referirse al TES como un bono.
Existen varias clases de TES, unos con tasa de rendimiento fijo y otros con tasa de
rendimiento variable, puesto que son atados a variables como el IPC o la UVR. Los más
populares son los TES de tasa fija clase B, que son los que se negocian en los mercados
financieros. Aunque existe una clase A, esos son principalmente para cubrir el pasivo
financiero que se tenía con el Banco de la República.
En los años recientes los TES se han convertido en el instrumento más importante de
financiación por medio de endeudamiento del gobierno colombiano. Dentro del
Presupuesto General de la Nación anual se establece una meta de colocación anual por
parte del gobierno, pero también está el esquema de amortizaciones, es decir, los pagos
que se deben hacer por vencimiento de los títulos.
¿Por qué cuando baja la tasa de interés sube el valor de los bonos?
Este es un concepto que es difícil de entender para un inversionista del común. Sin
embargo, dentro de los mercados financieros, es una relación que se vive en el día a día.
La relación inversa entre tasa de interés y precio de un bono surge por el retorno
prometido del bono al final de su vida. De esta forma, el bono pagará al finalizar, el capital
más los intereses prometidos, por lo cual cuando baja la tasa de interés, el inversionista
que quiere comprar ese bono, está, implícitamente, esperando una tasa de interés menor,
por lo cual quien vende el bono puede obtener una ganancia sobre su precio de venta.

Un ejemplo sencillo nos ayuda a entender de manera más fácil este concepto:
supongamos un bono que se expide con valor de 100 y un interés de 10 por ciento por un
año. Al finalizar el año, el inversionista que compró el bono espera que le devuelvan 110,
producto del pago del capital y los intereses. Supongamos que la tasa de interés de la
economía es 10 por ciento anual (con el fin de simplificar el ejemplo) en el momento de
expedir el bono. Así, un inversionista, implícitamente, está pensando en que el retorno de
una inversión debe ser del 10 por ciento.




Si se diera una reducción drástica de la tasa de interés a un nivel de seis por ciento anual a
falta de seis meses para que el bono tenga su vencimiento, esto quiere decir que un nuevo
inversionista en ese momento estaría buscando una rentabilidad implícita de seis por
ciento por el próximo año, o más o menos de tres por ciento en los próximos seis meses,
que es lo que falta para que el bono se venza (la tasa de tres por ciento es para simplificar
el ejemplo, teniendo en cuenta que sería una tasa levemente menor por el efecto
compuesto de las tasas de interés).
Esto quiere decir que como el bono va a pagar 110 a su vencimiento, el nuevo
inversionista estaría dispuesto a pagar 107 por el bono en ese momento, teniendo en
cuenta que su expectativa es ganarse tres. Fíjese que si la tasa de interés de la economía
fuera aún 10 por ciento, el inversionista que compra el bono a los seis meses, quisiera
ganarse cinco en lo que le resta al bono para su vencimiento, de forma tal que el valor
justo de dicho bono sería de 105.
Lo que sucedió en este caso es que la reducción de tasas llevó a que el nuevo inversionista
esté dispuesto a pagar 107 por un bono que, en otra circunstancia, habría valido 105. Así,
el que poseía el bono al momento de reducción de la tasa de interés obtuvo una ganancia
de dos, que se dio por el efecto de la reducción de la tasa de interés. De manera contraria,
cuando la tasa de interés sube, los bonos pierden precio, porque el nuevo inversionista
busca un retorno más alto. Esto funciona tanto para un bono del sector privado, como
para un título de deuda pública del gobierno nacional.

¿Cómo funciona la deuda pública?
Como se dijo anteriormente, al deuda pública es una obligación que adquiere el Estado
colombiano para con el poseedor del título. La forma como funciona la deuda pública
tiene muchas aristas, pero en resumen se puede decir lo siguiente: existe un esquema de
Creadores de Mercado que son los encargados de colocar los TES en el mercado. En la
actualidad son 10 creadores y 4 aspirantes, entre los cuales se encuentran bancos,
corporaciones financieras y comisionistas de bolsa; con prevalencia de los primeros.

Estos creadores hacen la oferta inicial al mercado, el cual luego tiene un mercado
secundario, es decir que estos títulos se compran y se venden como cualquier otro activo
por parte de los inversionistas, especialmente institucionales. Los creadores de mercado,
adicionalmente, tienen la función de realizar los canjes de deuda (esto es cuando el
gobierno quiere cambiar unos títulos de deuda por otros, y que generalmente se utiliza
para mejorar el perfil de vencimientos de deuda por parte del gobierno) y de darle
liquidez al mercado de TES, por medio de su presencia en las pantallas transaccionales y
de generarle volumen al mismo.



El mercado financiero, una vez emitida la deuda, empieza a comprarla y venderla,
enfocándose en muchos parámetros: la tasa de interés, los TES que parezcan más
atractivos de compra o venta en determinado momento, etc. También, implícitamente el
mercado le asigna a un título en particular la característica de ser el TES de referencia, es
decir, el que siguen todos los operadores. Hasta hace unos años era el título de 10 años,
pero una vez el gobierno emitió en 2005 los TES con vencimiento a 15 años, estos se
convirtieron en la referencia del mercado y los de mayor liquidez.

¿Qué es un yankee?
Es un título de deuda del gobierno colombiano, pero a diferencia de un TES, está
denominado en moneda extranjera (USD) y el gobierno los coloca en los mercados
internacionales. Aunque en la historia colombiana el gobierno ha hecho colocaciones de
deuda en otras monedas, como euros y yenes (estos últimos bonos conocidos como
samuráis), son los denominados en dólares los que tienen el mayor historial y la mejor
liquidez.

Adicionalmente, han sido bonos de mucha mayor duración que los denominados en
pesos, puesto que existen bonos con vencimiento al 2037, mientras que en TES el
vencimiento más largo es en julio de 2024, de unos títulos colocados por el gobierno este
año. Adicionalmente, existe otra categoría que son los TES Globales, que son
relativamente recientes, y que aunque su transacción es en dólares, hacen una
equivalencia a pesos; con lo cual el riesgo de la tasa de cambio lo corre el inversionista y el
gobierno se libera del hecho de que si hay una devaluación del peso, esto le represente
una carga mayor.

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